viernes, 19 de febrero de 2010

Proyecto de Ley: LA PENA DE MUERTE

NOTA DE ELEVACION DEL PROYECTO DE LEY
Excelentísimo Señor
Presidente del Senado de la Nación:
Ingº. Julio Cleto Cobos.
Me dirijo a usted a fin de elevar a vuestra consideración e integrantes de la totalidad del Congreso, el proyecto de Ley Nacional que regule normas que beneficien y protejan a todos los habitantes del territorio argentino.
VISTO:
El preocupante estado de inseguridad que estamos viviendo los argentinos, ha originado la presente propuesta, teniendo en cuenta que los tiempos han cambiado y la violencia está fuertemente instalada en nuestra sociedad, alimentando en forma descontrolada y sin pausa, una situación de inseguridad que agobia a los ciudadanos de la República Argentina.
Que El Código Penal, lamentablemente adolece de la severidad justa para aplicar a los delitos cometidos, cuyas normas defectuosas, unidas a la falta de unidad conceptual, en definitiva protegen más a los que transitan fuera de la ley, produciendo de esta manera la falta de justicia y dando lugar a que la impunidad sea la figura nefasta que gobierne en todo el ámbito nacional. Dicho de otra manera y para graficarlo mejor: las leyes argentinas, son una telaraña que solo atrapa “moscas” chicas.

EXPOSICION DE MOTIVOS
INTRODUCCIÓN

Por lo expuesto: el presente proyecto he redactado, empujado por una necesidad que nuestros legisladores conocen, pero que a la hora de actuar para cumplir mínimamente con sus obligaciones, les falta capacidad, honestidad, y en el peor de los casos, coraje. Un buen político sabe, que son tres valores esenciales con los que debe contar un ciudadano, para sentarse en una banca del Congreso de una Nación.
Que ante la falta de respuestas de quienes fueron elegidos para legislar en beneficio del pueblo; yo, como ciudadano del interior, con la autoridad que me otorga el voto y mi condición de soberano, vengo a exigir la implantación de una Ley Nacional, con alcance y nivel legal, organizada, armónica y moderna, que regule en forma sistemática las medidas de seguridad, algo que merecemos disfrutar los habitantes honestos, los responsables de haberlos colocados en sus estrados.
Que en todo caso, si les falta valentía para tomar una decisión política al respecto, como soberano que soy, vengo a solicitarles que den un paso al costado y devuelvan las dietas que cobraron por hacer nada, recordándoles que la inacción de quien ocupa un cargo, en política y en todos los órdenes de la vida, es sinónimo de corrupción.
Entendiendo que es una medida extrema y que nuestro sistema legal se vería “sacudido” por esta decisión política, enumero algunas de las propuestas, que con fuerza de ley tienen que acompañar a la Pena Capital:


A- Disponer El Servicio Militar Obligatorio, a los ciudadanos que cumplan con todas las obligaciones inherentes al orden público y al Estado Nacional, recomendando al Ministerio de la Nación, a dictar el reglamento General de Derechos y Obligaciones que corresponda, a fin que, los jóvenes que terminan el secundario y no tienen posibilidad de una carrera universitaria, no queden boyando a la deriva en un mar de incertidumbre sin trabajo y sin estudios. Es bueno recordar que cuando estaba vigente el servicio militar obligatorio, el ejercito llevó adelante una obra social que aún la extrañamos. En las primeras revisaciones médicas, los ciudadanos convocados presentaban deficiencias serias en su desarrollo, denunciando precarias o inexistentes condiciones de salubridad. No aceptaban la disciplina y la mayoría de ellos, estaban mal desarrollados de acuerdo a sus tórax estrechos, con estructuras óseas y dentarias que revelaban claramente las carencias alimentarias. Aparte estaban aquellos que nunca habían dormido en una cama con colchón, no sabían sentarse a una mesa para comer, incluso manejar los cubiertos. Pero existía algo peor aún: no estaban acostumbrados al baño diario. Dentro del ejército aprendían buenos modales, respeto a su semejante y hasta caminar mejor por las calles de la vida. Todos estos hábitos eran inculcados estando bajo bandera y al regresar a la vida civil, lo hacían con una formación ciudadana muy completa. Además, miraban la vida con más optimismo y encaraban al mundo con otra disposición anímica. Para aquellos ciudadanos que fuesen exceptuados por tener en el momento de la revisación médica la posibilidad de una carrera universitaria, y que por diversas razones no terminaren los estudios, deberán incorporarse al ejército a cumplir con un doble período de un conscripto, para no dar lugar a la especulación, una habilidad propia de los argentinos.

B - Cambiar el sistema electoral, creando el voto “Ultra calificado”.
Los tiempos actuales exigen otro sistema de elección, por lo tanto el sufragio universal obligatorio debe ser sustituido por el voto ultra calificado. Es decir, podrán elegir todos aquellos ciudadanos que tengan como mínimo el estudio secundario. No significa quitarle el derecho a una parte de la población; al contrario, es una forma de luchar por aquellos que no tienen una instrucción media y hoy son usados y abusados por algunos políticos, lazarillos corruptos que lo llevan al cuarto oscuro de la mano, a cambio de una bolsita de alimentos. Desaparecerán los votos cautivos, los votos armados en los comités o unidades básicas, y las plataformas tendrán que estar muy bien fundamentadas. En la actualidad, hay personas que no saben porque o por quién votaron o van a votar.

C- Reformar el Código Aduanero.
El sistema aduanero actual resulta nefasto para el país. Hace dieciocho años que se implementó el contrabando documentado llamado MIC-DTA. Esta resolución trajo como consecuencia la competencia desleal, la desocupación y el hambre.
Las mercaderías que ingresan o egresan al país, viajan por un mal llamado sistema de tránsito “sin garantía” (por eso no puede llamarse “tránsito”). Es decir, que la renta fiscal no está resguardada para el caso que se pierda la carga importada o exportada. Cuando esto sucede, se lo responsabiliza al Agente de Transporte, generalmente un ser insolvente, en lugar de hacerlo con el comprador o vendedor de la mercadería que sí, pueden responder ante El Estado, y de paso, obligaría a éstos a garantizar sus cargas. (A la fuerza, crearían puestos de trabajo). Por otra parte, fueron “inventadas” “las aduanas domiciliarias”, una figura delictiva que beneficia a las multinacionales, que es como encerrar un zorro en un gallinero a cuidar las gallinas. En este caso, no se trata de eliminar esta medida, para no “ofender” a las multinacionales y poner en peligro algunos sitios de trabajo; solamente reformar, garantizando todas las mercaderías que sean despachadas por el sistema de “tránsito” o en todo caso, documentar en frontera en forma definitiva, abonando contribuciones, tasas y gravámenes y cerrando la operación.

D- Abolir en forma real la esclavitud.
La esclavitud nunca se abolió en el mundo, y en la Argentina, crece todos los días a través de fábricas clandestinas, con obreros indocumentados. Lo grave, es que utilizan a familias enteras que entran al país en forma furtiva y son hacinadas en locales, viviendas deprimentes en donde sobreviven en situación infrahumana.
H- Aplicar la discriminación bien entendida.
En la adjudicación de barrios, los políticos de turno entregan viviendas a quien no la necesita o muchas veces a quien no puede pagarlas. Juntan cómo en un corral de animales, al honesto con el delincuente; al limpio con el sucio; al obrero con el desocupado. Aquí, lo que interesa al político, son los votos. Son barrios que llevan una vida de disputas entre los vecinos, dado que, el que pinta su casa, el insano se la mancha; el que coloca un árbol, el de al lado se lo rompe; el que limpia su vivienda, el sucio le llena de basura. Además, mediante conexión o ensambladuras clandestinas, se roba agua o energía eléctrica al vecino que cumple con sus impuestos o servicios. Dicho de otra manera: enfocar y darle un giro de 180 grados a la política habitacional del Estado Nacional, en concordancia con las características socio culturales de la población sin techo.

I– Revisar y modificar sustancialmente la Ley de Inmigración.
Las fronteras del país, son un colador por donde ingresan ciudadanos de todo el mundo. La mayoría tiene como destino los barrios de emergencia o villas humildes. En el “mejor” de los casos es mano de obra esclava para las fábricas ilegales, que en general están regenteadas por otros extranjeros. En todas estas situaciones, ocupan espacios de trabajos de los argentinos. Lo más grave, es que da lugar a los ciudadanos extranjeros perseguidos por la justicia de sus países, a resguardarse y seguir delinquiendo en nuestro territorio. Toman a nuestro País como “aguantadero” y están transformando a nuestra Patria en una cueva de ladrones y asesinos. Bastante ya tenemos con los propios. Son la semilla de nuestra inseguridad.
Es fácil realizar un censo y detectar a la población indocumentada. Hay que implantar una norma rígida, que se cumpla a rajatabla. Aquel extranjero que tenga una deuda con la sociedad o la ley de su país de origen, debe ser deportado inmediatamente. Aquel que cometa cualquier clase de delito, lo mismo. Como también los que ingresaron sin documentos. Hay que tomar el ejemplo de las naciones del mundo: cuando consideran que un extranjero está de más, inmediatamente lo fletan a su tierra. El último ejemplo es España, nuestra Madre Patria, a pesar que recibimos a sus hijos en la ley de Inmigración de Sarmiento y Avellaneda, dándole tierra, herramientas y créditos bancarios.


J - Implementar una política de desarme. Para esto, es necesario colocar una oficina de RENAR en las principales aduanas del país, con la participación y control de todas las fuerzas del orden. Es la única manera de secuestrar progresivamente millones de armas sin registrar, que existen a lo largo y ancho del territorio argentino. Por otra parte, mediante una tasa baja, blanquear las armas que posean los ciudadanos que no tengan antecedentes penales y quieran conservarlas, por haber heredado de sus mayores o por ser necesaria poseerla o portarla por la índole de su trabajo.

Que por lo expuesto: como ciudadano del interior, soberano por la autoridad de voto, me permito solicitar en representación de los desprotegidos de nuestra Patria, lo siguiente:

1- ARTICULO 1º - Se implante con toda la urgencia que el momento traumático aconseja: LA PENA DE MUERTE.
Motiva lo solicitado, la carencia de alternativas para controlar el desborde de inseguridad ocasionado por asesinos, secuestradores, violadores, ladrones, corruptos, y todos los inmorales que pululan y proliferan aceleradamente minuto a minuto, segundo a segundo, en perjuicio de los habitantes honestos, desamparados por leyes obsoletas, que forman una telaraña que solo atrapa moscas chicas y que se rompe siempre, cuando se intenta atrapar a un “insecto” importante que goza con cierta fuerza política.
ARTICULO 2º - Encomiéndese al Congreso de la Nación Argentina a través de sus Senadores y Diputados, a convocar a los hombres sobresalientes del derecho de todas las provincias, a fin de planificar e iniciar un proceso de debate nacional con los distintos sectores de la comunidad vinculadas a la educación, la seguridad y la salud, para que colaboren en la elaboración de un proyecto acorde a la situación existente.

ARTICULO 3º - De forma.


Tomar una medida extrema y de estas características, no significa atentar contra la vida misma ni poner en peligro la de un inocente. Es una alternativa que nació con el hombre (como la corrupción), y siempre estuvo presente en la vida de los humanos. Tal es así, que el Santo Tomás de Aquino, lo definió con ésta frase: La Pena de Muerte, es la defensa personal del Estado ante el delincuente. Seguramente va a estar latente el peligro que puede ser ajusticiado un inocente (el argumento de los incapaces disfrazados de puritanos), pero mucho más peligroso es seguir guiándonos por un Código Penal que está muy lejos de ser perfecto. Además, ¿qué son los seres que pierden la vida todos los días a manos de inescrupulosos? Por otra parte, existe otro Código escrito por un ser justo que se llama Dios, quien en el mismo ordenamiento, ha delegado en los humanos la aplicación de la Pena Capital. Su nombre: LA BIBLIA. En este mismo código, se puede interpretar que los hombres han probado todo tipo de gobiernos y han hecho avances en la ciencia y otros campos. No obstante, la pobreza, las guerras, los delitos, y la misma injusticia no han dejado de aumentar, demostrando claramente que, como dicen las Sagradas Escrituras, la gobernación humana es un fracaso rotundo. En otra parte de este sagrado libro (Eclesiastés cap. 8 vers. 9), está escrita una frase similar a ésta: “Todo lo que el hombre ha hecho bajo el sol, fue para perjuicio del mismo hombre”.

Como ciudadano Católico Apostólico Romano, quiero mencionar tres razones Bíblicas. Éstas, fueron escritas con fuerza de ley, por el mayor legislador de todos los tiempos. La intensión era de proteger a los humanos honestos, cuando la inseguridad amenazare su existencia.
Estas razones son:
Acto Purificador: - Evitar que la sociedad se corrompiera. (Núm. 35:30-34
Acto Purgatorio: - Para quitar el mal en medio del pueblo. (Dt 24:7/19:16-19, Lv 20:14)
Acto Disuasivo: - Para que los demás aprendan del ejemplo y teman, y no cometan delitos. (Lv 20:14, Dt 19:20/13:6-11)

SOLICITO tengan a bien considerar que puedo ser entrevistado por ambas cámaras del Congreso en día y hora disponible a su criterio, y expresar las motivaciones sobre el libro que he escrito, y sobre el tema acuciante respecto a La Pena de Muerte.

RUBEN LOETTI