viernes, 29 de enero de 2010

Están registrados todos los terrícolas. Con sus virtudes y defectos.

Un párrafo del libro "La Pena de Muerte":

“Tenemos registrados a cada uno de los habitantes de la tierra, con todos sus antecedentes. Sabemos quien es honesto, humanitario, violador, ladrón, inmoral, corrupto, asesino. Existe un solo remedio para todos estos males, y a la brevedad lo comenzaremos a aplicar. Se llama simplemente:
LA PENA DE MUERTE”.
Ante semejante anuncio, en no menos de tres millones de televidentes, se les escapó un grito. El ser de las ojeras oscuras se tomó unos segundos, y con su voz pausada y metálica expresó: “con el tiempo, vuestros hijos y nietos, y los nietos de éstos, nos van a agradecer. Dejaremos un planeta totalmente limpio y feliz, y hasta la palabra “injusticia”, desaparecerá de todos los diccionarios. Argentina tendrá el privilegio de ser el primer país purificado, depurado y totalmente pacificado del astro Tierra”.
Después del lógico momento de tensión, la pantalla se oscureció y volvió a aparecer un puntito blanco, que se fue agrandando hasta mostrar nuevamente el rostro de Enrique Macaya Márquez. Un segundo antes, se alcanzó a escuchar la frase de cinco palabras del principio: ¡qué no cunda el pánico!..

Dedicatoria

El Libro LA PENA DE MUERTE escrito por Rubén Loetti, está dedicado.
En este párrago, el texto de esa dedicatoria...

«Con profunda admiración dedico este libro a las mujeres de mi Patria y el mundo entero, sufrida e inconsolables rehenes de la inseguridad, la injusticia y la impunidad.
A todas ellas que fueron víctimas de estas figuras delictivas, que le arrebataron sus hijos, nietos, esposos, hermanos, sobrinos y amigos, resultantes de asesinatos, secuestros, violaciones, robos, extorsiones…»